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domingo, 7 de junio de 2009

se llama Jesús y tiene una resortera

Los ojos color miel más penetrantes y duros que haya visto en toda mi vida... me impedían mirar hacia otro lado, era como poder ver absolutamente todo lo que él quería decirme. Sin embargo, qué poco estaba apenas conociendo de él al verlo sentado ahí, junto a su abuela, tranquilo y callado, tan diferente a los demás niños a su alrededor.
Tez morena. Pelo corto, como si estuviera haciendo el servicio militar. Pantalones sucios y playera mal cortada; el letrero del pecho anunciaba que alguien fue a Acapulco y se la trajo. Al conocer su historia más adelante, deduje que nadie que conoce a Jesús se la trajo desde allá. Tuvo que haber sido el ser querido de alguien más, quién después dejó de quererla y la donó a la escuela del niño.
Había algo en su mirada, jamás voy a poder describir lo que es, pero me atrapó desde siempre y para toda la vida.

No sabe cuántos años tiene, nadie lo sabe. Para Jesús, los cumpleaños son algo que solamente existe en las caricaturas que puede ver cuando su papá no está.
Nunca ha celebrado uno. Nunca ha recibido un regalo. Nunca le ha soplado a las velitas, que según mis cálculos, deberían de haber sido alrededor de 10 en su último día no festejado.

Platiqué con él. Le gusta la escuela. Como acaba de entrar, todavía no sabe contar, pero va a aprender. Dice que ya está aprendiendo a leer, pero siento en su mirada una súplica eterna para que no le pida que me lo demuestre.

Su abuela lo mira con amor. Hace lo que puede con él y su hermana. Después de todo, es dificíl controlar a un hijo drogadicto y los 6 dealers que llegaron con él a vivir a su casa.

Le pregunto acerca de su casa y su familia y se hace chiquito. Diminuto. Si el tamaño que tenemos dependiera de los sentimientos que tenemos en ese momento, Jesús se hubiera vuelto tan pequeño que me hubiera sido imposible verlo. Tal vez eso era lo que él quería, volverse invisible y no tener que contestar la pregunta...mamá se fué, hace tanto. Papá ahí sigue, pero ojalá se fuera. Los días son eternos cuando la vida se trata de querer huir pero no tener a dónde hacerlo.

Cambio de tema y me cuenta de las caricaturas, de las luchas y la familia peluche. Terreno tranquilo, seguro, el Jesús verdadero, si es que podemos llamarle así, regresa.
Me doy cuenta de todo... él no sabe quién és. Nunca dice yo. Nunca se dirigen a él por su nombre. La identidad que tiene la está apenas empezando a conocer. Toda su vida ha sido una sombra.

Empiezo a sentir que el coraje y la impotencia me ganan. Trato de aguantarme las lágrimas que quieren atacarme. El estómago me dice que corra y destruya a tanta gente que le ha hecho daño, al mundo que ni siquiera le ha dado la oportunidad de pertenecer como un individuo definido. A los idiotas que viven con él y lo llevan a hacerse bolita con tan sólo mencionarlos. A mí misma por ignorar que existen casos de niños que viven de esa manera sin que haga nada al respecto.

Le doy un abrazo como reflejo, en parte para que no vea mis lágrimas y en parte porque algo me dice que nadie nunca lo ha hecho... y ahí está. Aparece de la nada, como un cubetazo de agua fría que al mismo tiempo da calor: la risa de Jesús.

Se ríe a pesar de todo. Se ríe ante la vida, la misma que nunca le ha regalado una oportunidad de ser alguien, un cumpleaños o un apellido. Se ríe aunque no ha comido nada en 19 horas. Jesús se ríe ante tanta mierda que ha tenido que vivir... como para recordarme, que después de todo, aún es un niño. Y compruebo que definitivamente, la esperanza es lo que muere al último. Me ve con sus ojos miel, penetrantes y seguros. Y entonces yo me quedo sin cumpleaños, me vuelvo de su edad, la edad desconocida. Se queda tan lejana la realidad, y me pierdo en su mirada. Me inco para estar de su estatura y lo veo como lo hice la primera vez. Me dejo atrapar y entonces... me río con él.

1 shout outs!:

el chilango dijo...

ijoles, que bonito y que lástima tener que lidiar con cosas así que ciertamente no tienen porque ser ni existir en el mundo.
Si todo se pudiera mmmm "curar" con un abrazo...